John LeCarré es para mí un narrador excepcional porque te
cuenta cosas que podrían ser muy aburridas de una manera muy envolvente. Antes he
leído otros libros de él dónde cuenta historias realmente extraordinarias en
muchos aspectos, donde los personajes viven gran parte de la historia al
extremo; este relato no me parece que sea demasiado extremo, pero la narrativa
es sobresaliente.
Un espía perfecto es la narración de un espía que un día
simplemente decide dejar su vida, esconderse en un lugar que ha usado como casa
de seguridad antes y dedicarse a escribir una gran novela. Así comienza la
historia que nos llevará a conocer muchos detalles de la vida de Magnus Pym, de
su esposa, su jefe, incluso de su padre.
Creo que una de las cosas que más me gusta de los libros que
he leído de LeCarré son los finales, inesperados aunque a veces se atisban
desde unas páginas antes no pude evitar mi asombro cuando el final realmente se
consumó. Te lleva muy bien.
Debo reconocer que me tardé mucho más de lo acostumbrado en
sus 582 páginas, pero no fue por aburrimiento o falta de interés, sino más bien
que mi vida ha tenido otro ritmo por esta época y no puedo leer tanta
literatura como quisiera. Lo recomiendo para cualquiera que sea adolescente o
mayor.