Stephen King, más conocido por sus novelas de terror, se embarca en este proyecto de fantasía a lo largo de 30 años para contarnos la historia de Rolando, Eddie, Susanah y Jake, en un mundo que está muriendo y de alguna manera la forma de salvarlo está en la torre oscura, la cual el pistolero persigue obsesivamente desde hace mucho tiempo.
La segunda parte termina en punta, en un momento crítico de los eventos, de hecho el autor cierra el libro con un epílogo que es más una disculpa. Esta narración comienza justo donde termina la anterior, para resolver ese momento de tensión, yo consideraría que ambas partes forman una misma historia.
En las tierras baldías acompañaremos al ka-tet de Rolando descubriendo un poco más de la historia mística que los une y las situaciones límite por las cuáles tendrán que pasar para superar los obstáculos que se les presentan.
Este tomo no acaba en un momento tan crítico de la historia, pero en la trama general queda mucho por desarrollar aún. Por supuesto recomiendo su lectura junto con el segundo tomo, aunque las primeras páginas recuerdan bastante de La Invocación para que pueda darse un compás de espera sin temor a perder el hilo de los acontecimientos.
Este tomo no acaba en un momento tan crítico de la historia, pero en la trama general queda mucho por desarrollar aún. Por supuesto recomiendo su lectura junto con el segundo tomo, aunque las primeras páginas recuerdan bastante de La Invocación para que pueda darse un compás de espera sin temor a perder el hilo de los acontecimientos.